Hay algo mágico en estar acompañado por amigos durante diez, veinte o treinta años. Me he comenzado a dar cuenta que la amistad tiene muchas fases y ciclos.
No es lo mismo los primeros meses de juergas con un grupo de amigos que compartir aventuras y desventuras durante media vida.
Con el tiempo tus amigos pueden llegar a conocerte mejor que tú a ti mismo: ¡escúchales!
Si tus amigos crecen, tu también creces.
Si tus amigos son felices, tu también eres feliz.