13. NO DEJES QUE EL DINERO CONTROLE TUS EMOCIONES, Y TAMPOCO AL REVÉS

Tus emociones controlan tu dinero y también se puede ver al revés: el dinero controla tus emociones. Si se entremezclan emociones y dinero puede convertirse en un estrés que no nos deje dormir.

Nuestro instinto animal asocia el dinero a una de las necesidades humanes fundamentales: la seguridad de que vas a sobrevivir. Eso es lo que siente nuestro subconsciente pero al fin y al cabo el dinero es un número almacenado en una base de datos en algún ordenador del mundo conectado a tu nombre.

He conocido personas con ese número tan alto que tienen varias vidas solucionadas pero quieren tomar café conmigo para pedirme consejo sobre cómo ser feliz. También conozco a personas cuyo número es tan pequeño que no saben si podrán pagar el alquiler de este mes para seguir estando aquí en Tokio pero son tan felices que me contagian el entusiasmo.

Si tu subconsciente considera que ese número es suficiente para cubrir tus necesidades te sientes seguro y emocionalmente con energía para ser creativo y emprender nuevas aventuras en la vida.

Si por el contrario consideras que ese número no es suficiente para cubrir tus necesidades te sientes inseguro y tu pirámide emocional se comienza a derrumbar. Pensamientos de este tipo delatan inseguridades: «¿Porqué narices no me suben el sueldo ya de una vez?», «¿Porqué perico de los palotes cobra más que yo y hace la mitad?», «¿Tendré suficientes ahorros para pagar la educación de mi hijo?» o «Esta lechuga cuesta 15 céntimos más que el mes pasado».

Fijaos que hablo de cubrir nuestras necesidades. A veces es cuestión de ser conscientes de cuales son nuestras necesidades para sentirnos ricos o pobres. A veces necesitamos mucho menos de lo que creemos.

En mi caso, mirado en retrospectiva, cuando tenía 23 años y acababa de llegar a Japón cobrando de becario me sentía más rico de lo que me he sentido jamás. Mis necesidades eran mínimas.

Si no sientes control sobre tu dinero, él pasa a tener el control sobre ti. Y cuando el dinero toma el control solemos tomar decisiones irracionales usándolo.

Sentirte rico o pobre es un estado emocional.

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