Estar en el momento adecuado en el lugar adecuado ayuda con la suerte pero lo fundamental es estar preparado para cuando la oportunidad se presente.
Es más, yo diría que estar preparado atrae oportunidades.
Cuanto más preparado estamos más nos ayuda a ser ávidos y detectar oportunidades cuando se presenten.

Yo era muy de aprender a base de leer libros, pero con el tiempo me he ido dando cuenta que se aprende más rápido a través de la práctica. También es fundamental juntarse con gente mejor que tú, aunque no te enseñen directamente aprenderás por osmosis.
Si quieres aprender a tocar un instrumento musical, tócalo todos los días y júntate con gente que lo haga mejor que tú. Observa a músicos mejores y copia lo que hacen.
Copiando y emulando: así es como se ha transmitido la mayor parte de la cultura durante milenios antes de que existiera la imprenta. Los seres humanos estamos diseñados para copiar comportamientos.
«Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí»
Confucio
No es lo mismo lo que está pasando “realmente” que lo que nosotros percibimos. Y tampoco es lo mismo lo que percibes tú y lo que interpreta otra persona. Cada uno, según el momento, según el lugar, según nuestro estado emocional, interpretamos las cosas de una forma u otra.
Si te sientes bien, te gustará lo que hagas aunque en teoría sea una tarea aburrida. Si te sientes mal, odiarás lo que hagas aunque sea lo más divertido del mundo.
Para explicar esto me gusta mucho el experimento del café frío y el café caliente. A los sujetos los dividieron en dos grupos: al grupo A le dieron café caliente, al grupo B le dieron café frío. Sin saber nadie que el café es parte del experimento.
Les pidieron que calificaran la personalidad de la persona desconocida para ellos que les había dado el café. Los que recibieron el café caliente calificaron las personalidades como: agradable, sociable y amigable. En cambio, los que recibieron el café frío calificaron a la persona que les había servido el café como: fría, distante y desconfiada. La conclusión es que la temperatura del café condiciona las emociones de las personas y la forma en la que perciben a los demás.
Filósofos de la antigüedad hasta nuestros días se preguntan si es posible desapegarse de las emociones y percibir el mundo tal y como es. Pero parece que no hay nada ni nadie que sea 100% objetivo, ¿excepto quizás las matemáticas?
Las emociones nublan el mundo, sé consciente de ello, observarlas y notarlas te ayudará. Utilízalas a tu favor. La práctica de la meditación nos ayuda a ser mejores detectándolas cuando aparecen.
Tu estado emocional se proyecta en tu entorno. Si es malo, los demás lo notarán y te rechazarán, si es bueno los demás lo notarán y te querrán.